lunes, 15 de agosto de 2011
TEATRO VERNACULO DE CUBA
Leopoldo Fernández (Pototo)Caracterizado como "el negrito" en el Teatro Martí
Teatro Bufo y Vernáculo por RAMON DIAZ
El carácter psicologico de los cubanos esta identificado con emplear, a veces, la burla, el choteo como arma de defenza. La verdad es que la trayectoria de Cuba desde su descubrimiento esta llena de capitulos de dolor, esclavitud, de abusos sociales y de miseria, como contraste el pueblo eligió el buen humor y la comedia como escape para compensar y sobrevivir, es posible que haya influido en su teatro. La comedia cubana se fortalece con la aparición del Teatro Bufo y el Vernáculo, herederos, de cierta forma, del sainete español. El 31 de mayo de 1868, dio inicio las representaciones de “Los bufos habaneros” en el célebre Teatro Villanueva Un teatro satírico que desde un principio se manifiesta nacionalista, como se demostró en 1868, en los disturbios en el Teatro Villanueva, que fue el centro de las actividades sociales y politicas de su tiempo, en la obra bufa “Perro Huevero, aunque le quemen el hocico”, de Valerio, ante la proclama que lanza un comediante: "¡Qué viva la tierra que produce la caña!" ¡Que viva Cuba¡ y el pùblico respondió: “y que muera España”. Lo que ocasionó una gran represion por parte de los carabineros españoles contra el publico, redada de aprisionados y el cierre definitivo del teatro. Posteriormente la censura afectó la continuidad de estos espectáculos.
En el siglo XIX, son frecuentes las parodias de temas conocidos e históricos como “Los tres mosqueteros”, “Don Juan Tenorio” de Zorrilla, “Romeo y Julieta” “Cleopatra en chancletas” y otros. La burla sacrílega, es el principal ingrediente. Francisco Covarrubias, autor, actor y empresario, es quien establece el ofico del teatrista e institucionaliza las compañias teatrales. Le tocó actuar en las carpas, una buena parte de su vida profesional, hasta que es reconocido y entra a representar en el Teatro Tacon y con él, la comedia de temas cubanos. En Cuba, donde se presentaban los sainetes y la tonadilla escénica españolas comenzó a desarrollarse un teatro musical humoristico. Entre los cómicos habaneros que inician el teatro bufo, debe mencionarse a José Agustín Millán y Bartolomé José Crespo, conocido como “Creto Gangá” desde 1811 hasta 1871. Se abrió otro teatro que fue muy concurrido el Teatro Cervantes, el cual se dedicó al genero bufo. Las autoridades españolas cerraron durante un tiempo el teatro Cervantes, fueron censuradas las criticas del teatro bufo, ya el nuevo teatro estaba en la mira de las autoridades coloniales españolas por las referencias a la dominación colonial. En 1880 logran enorme popularidad en La Habana y con ecos a las provincias la agrupación "Los bufos de Sala".
Los bufos habaneros:
Uno de los lideres del Teatro Bufo fue Francisco Fernández Vilarós, nacido en la Villa de Trinidad, periodista y tipógrafo, quien en compañía de Miguel Salas, Jacinto Valdés, Joaquín Robreño y otros, iniciaron los “Bufos Habaneros” quienes producen es una escenificación populachera, y muestran los personajes tipicos cubanos, como las coquetas mulatas, negros chéveres y curros, guajiros sin educación pero bien listos , chinos, ñañigos nunca se registro el personaje de el cura ni situaciones sartiricas sobre la iglesia, predominaba el choteo y desde luego los sones y las guarachas sandungueras. En 1882, varias compañías de bufos habaneros, actuaron en México. Produciendose una interinfluencia con los cómicos carperos mexicanos.Casi todos los argumentos del bufo se basaron en tres personajes: el guajiro y mas adelante el negro, el gallego y la mulata; y a través de ellos se satirizan las situaciones, en contrastes con el otro teatro mas aristocratico utilizando giros vulgares y populacheros que le restan eficacia. “Los negros catedráticos” de Pancho Fernandez, que fue una delirante burla a las costumbres burguesas, los equivocos culturales con los errores de palabras llamados hablar en bozal:
“Negrito 1: Cipriano, anoche fui a ver el Fautos de Goetes ”
Negrito 2: ¿de Goetes? Cuidasdo con lo e`plosivos…que se te quema la testas. ¡¡J aja¡
Negrito 1: ¿Qué e`plosivos? Escucha bien don Cipriano: Digo que fui a la ospera a ver el Fautos de goete.
Negrito2: Eso mimos te digo que si te quemas la testa…. te ospera..el dotol”
(Fragmento de Los Negros Catedráticos)
El personaje del guajiro se destaca más en la etapa bufa, y queda en un segundo plano en las temporadas vernáculas cuando el negrito ocupa el protagonico.
Son muy divididos los juicios en posiciones encontradas, sobre la comedia bufa y la vernácula. Por un lado, los defensores apasionados y por otro lado, sus detractores mas severos. Uno de sus fieles defensores fue, Eduardo Robreño, que heredó una buena colección de libretos, debido a su identificación familiar, ya que su padre y su tío Francisco y Gustavo Robreño, fueron destacados actores y escritores de este singular teatro. Robreño anecdotó la historia de este teatro sublimando y reafirmando las leyendas. Esta valoración es continuada por la investigadora Esther Suarez. Sin embargo tuvo otros detractores, como el lider estudiantil Julio Antonio Mella, que descalificaba al Teatro Alhambra afirmando: “sus representaciones servìan para dividir el pueblo y para corromperlo”
Alejo Carpentier, apesar de reconocer las “vulgaridades” afirma: “este teatro constituye un admirable refugio del criollismo. Es uno de los pocos lugares habaneros en que se podía oír todavía, antes de mi partida a Europa, danzones ejecutados, según las mejores tradiciones” La escritora y teatróloga, Rosa Ileana Boudet, quien ha investigado muy seriamente este tema, atribuye, al desencanto debido a la rustraciòn que trajo la enmienda Platt, y justifica la evasión de abordar con responsabilidad los temas nacionales “Es fácil advertir la fórmula: el choteo y la burla como evasión”. Pero no duda en juzgarlo como “escamoteo y simulacro” (La Jiribilla) De otro lado, el teatrista y dramaturgo, Matías Montes Huidobro, califica esta linea de teatro como “realismo chancletero” y asegura que las puyas contra Estados Unidos, eran “solo para halagar a la colonia española” con mucho poder económico todavía en esa epoca, y no “por una posición antiimperialista”. Como ocurre, por ejemplo, en “La isla de las cotorras”, con libreto de Federico Villoch, debido a la intervención de Estados Unidos, sobre Isla de Pinos, igualmente en “Delirio de automóvil” que se refiere a la novedad de la construccion de la carretera central en 1921. Otra opinión es la de, la periodista y crítica teatral, Natividad González Freire, quien observaba: “estas obras estaban divididas en cuadros separados entre sí por números musicales y un cuadro final compuesto por una Charanga estruendosa por toda la compañía" (Teatro cubano, 1961).
La compañía teatral de ARQUIMIDES POUS
El critico y teatrólogo, Rine Leal, después de una intensiva busqueda, llega a la conclusión de que en el Teatro Alhambra " se afirmaron la otra imagen populachera y divertida del cubano, socavando los pilares morales del pueblo, en este sentido no hicieron otra cosa que prolongar y perfeccionar los mecanismos de comunicación del bufo, substituir unos tipos venáculos por otros y mantener los elementos de apelación del público, basado en la música, el texto superficial, el choteo, la parodia, el tono subido de color o francamente pornográfico, y la actualidad política, excluyendo de la misma toda crítica que fuese a la raíz del problema" (Breve historia del teatro cubano. R.Leal)
Particularmente, creo que todos tienen un poco de razón, y observando el desarrollo del Teatro Bufo de Carpa en Mexico, vemos que sufrió similar experiencia de espaldarazo a la problemática mexicana, en los momentos mas criticos de la dictadura de Porfirio Dìaz, pero capacitó actores, libretistas y músicos cuya experiencia les sirvió posteriormente, a la industria de la radio, la televisión y el cine mexicano.
Después, surgiò otra agrupación de permanente actividad estable que fue la Cia Suàrez Rodríguez que se ubicò en el Teatro Marti, que sostuvo el crecimiento del repertorio de zarzuela cubana y teatro vernáculo en la decada de los años treintas. El teatro de sainete lírico, incluyó escenas que reflejaban las costumbres y el ambiente popular. Los sainetes liricos o zarzuelas cubanas, llaman la atención del público en este Teatro Irijoa, después llamado Martí, en los primeros momentos también su repertorio de comedias y sainetes fue semejante al del Alhambra, Pero se fue acercando mas a la zarzuela adquiriendo aactores tenores y sopranos de primera clase y es cuando se produce, en 1932 el historico estreno de “Cecilia Valdes” con musica de Gonzalo Roig y librerto de Agustin Rodríguez y José Sánchez Arcilla, que adaptaron la emblematica novela de Cirilo Vilaverde. Esta obra exitosa alterna con “Soledad”, “Rosa la China” de Lecuona y libreto de Gustavo Sánchez Galárraga, y Amalia Batista de R. Prats y A. Rodríguez.
Aquí se profesionalizan figuras como la tiple mexicana Elisa Altamirano y después Caridad Suárez, con una potentosa voz operistica, ambas proveniente de las temporadas del Payret, en la comedia Leopoldo Fernandez y Anibal de Mar, también destacandose las artistas Blanquita Vázquez, Consuelo Novoa, Benito Simancas, Miguel André y la actriz y coreografa Lolita Berrio, que venia de Argentina y Eduardo Muñoz “El sevillanito” actor y también coerógrafo, otra figura cuyo nombre debe escribirse en oro es el actor y tenor Miguel de Grandy.Si bien el Teatro Payret sirvió para estrenos espectaculares la Cia Suarez Rodríguez en el Teatro Marti, tuvo las temporadas mas largas de las obras de Lecuona y Sanchez Galaraga asi como la de Gonzalo Roig y Agustin Rodríguez y llegó a contar con un publico y un elenco sólido.
El éxito de publico creò un acoso sobre el Teatro Marti y surgio un conflicto en 1935 porque el gobierno favoreció a la empresa Santos y Artigas y saco a la cia Rodríguez Suarez que desde el 7 de agosto de 1931 hasta la última fecha se habían realizado tres mil seiscientas veintidós funciones de trescientos setenta y nueve títulos, donde asomaban los géneros más diversos: revistas, comedias, sainetes, zarzuelas, juguetes, operetas, farsas y otros generos.
Los años cuarentas, muchos grupos encabezados por determinados actores como Carlos Pous, sobrino del exitoso Papa Montero Arquimides Pous, Garrido y Piñero, Enrique Arredondo asociado a Manuel Castany recorrieron toda la isla ejerciendo la costumbre de visitar los teatros en las provincias.
En 1943 el Teatro Popular de Paco Alfonso, con una tendencia claramente de izquierda, retoma elementos de esta comedia para realizar críticas sociales, sobre todo con el tema campesino, en obras como “Cañaveral” de su propia autoría o “Tembladera” de José Antonio Ramos.
Libretistas como Agustín Rodríguez, Gustavo Sánchez Galarrága, Federico Villoch, Mario Sorongo, Castor Vispo y Álvaro de Villa. Esta tendencia se reflejo en la radio, por Alberto Luberta, Marcos Behmara, Arturo Liendo, Enrique Núñez Rodríguez y Carballido Rey .En el Teatro Rene de Cárdenas, Nuñez Rodriguez y Héctor Quintero.
La Tremenda Corte
Los actores vernàculos obtienen rotundo éxito en la radio y pasan de la RHC Cadena Azul a la nueva CMQ tanto el dùo de “Chicharito y Sopeira” interpretados por Garrido y Piñero que se enfocan mas en el cine y después el exitoso espacio de “La Tremenda Corte” con los libretos de Castor Vispo hasta que toman la televisión con otros escritores pero ya con cambios de nombres Pototo y Filomeno.
Pototo sueltame Ya, mira que me tienes lleno
¡ Pero porque Filomeno si Pototo no hizo NA¡.
En Mexico, Leopoldo Fernandez revive el personaje de “Tres Patines” en la cadena radial XEFB de a mediados de los años 60.Con las limitaciones de la época, donde el cartón pintado como escenografía y los rudimentarios equipos de video eran el unico apoyo tecnico "La Tremenda Corte" fue uno de los primeros programas cómicos que se exportaron desde la capital azteca a los diversos paises de América y aun persiste en las ondas radiales. Secundado por populares actores cómicos de Cuba, las que destacaron por méritos propios. Florencio Castelló (Rudecindo Caldeiro y Escobilla alias "El curro"), Norma Zúñiga, en sustitución de Mimi Cal, Luz María Nananina y Marco de Carlo (Patagonio Tucumán y Bandoneón). Cada uno de ellos aportó frescura e hilaridad desde su propio estilo y se constituyeron en un perfecto complemento para los protagonistas de la serie. Otrta vez el vernaculo llegaba a Mexico y levantaba exitos. Mas adelante Radio Panamericana, con alcance a Puerto Rico y Colombia adoptó los 260 capítulos de La Tremenda Corte. En 1969 el canal 5 de TV contrató por una corta temporada a Leopoldo Fernández para otra variante del programa de “La tremenda Corte”.
Tras el triunfo de la Revolución, el 1ro de enero de 1959, la compañía de Carlos Pous y José Sanabria realizó una intensa temporada en el Teatro Martí que culminó en 1965 con similar éxito.
Solo algunos libretos se han rescatado como “El velorio de pachencho” que tiene otro titulo “Tin Tan te comiste un pan”, “La casita criolla”, “El niño perdido”, “La danza de los millones”
En su última temporada en el Teatro Martí, se presentó “Voy abajo”, ¿Qué traigo aquí?, “No tengo edad”, “Territorio libre de hombres” y “El bravo”, de Enrique Núñez Rodríguez,”El amor nació en la plaza”, de Marcos A. Valcárcel; “La Rampa”, de Alberto Luberta, “Yo soy aquella”, de Arturo Liendo, y la reaparición de “El velorio de Pachencho”, de los hermanos Robreño “El espiritista”, de Ramón Espigul padre, “Zafra” de Paco Alfonso, y “La vida secreta de Don Juan Tenorio” entre otras comedias divertidas.
Tras de cerrar las pocas carpas particulares que quedaban, el Grupo Teatral Jorge Anckermann, se estableció en el Martí y recuperó el sainete lírico bajo la dirección de Enrique Nuñez Rodríguez y dan cabida a Carlos Pous, Alicia Rico, Candita Quintana Cuca Tellechea y Zenia Marabal que reviven las obras más significativas del teatro bufo cubano En 1972, en medio del período de dogmatismo denominado quinquenio gris, o el parametraso el grupo Jorge Anckermann quedó disuelto, privando al público de su mas genuina tradición teatral y los libretos que fueron reliquias donadas por muchos de sus artistas de Arquimides Pous, Fedrico Villoch, Agustin Rodríguez y Robreño, junto a las partituras musicales desaparecieron de las oficinas después del parametraso, se rumora que fueron quemadas en una acción de terrorismo contra el arte. En 1974 el teatro se vió obligado a cerrar por el pretexto una situación de riesgo en sus instalaciones eléctricas. Hoy en ruinas espera por su restauración no solamente fisica sino una revaloración y justicia a un monumento nacional. Aunque los funcionarios del C.N.C. que lo agredieron fueron depuestos de sus cargos nunca han sido procesados por sus delitos de atentado contra la cultura nacional por lo que la justicia pendiente es un fantasma que deambula entre sus ruinas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Aprendo mucho con tu blog Ramón, por favor sigue escribiend
ResponderEliminarMi querido Ramón, María Teresa Tolón también estuvo en el Anckermann y participó en más de una decena de obras en el Teatro Martí, entre 1965 y 1972, yo misma asistí a muchas de ellas. Tienes en mi Blog una entrada al respecto, también con algunas fotografías. Un abrazo!
ResponderEliminarCarlos Pous, José Sanabria, Alicia Rico, Candita Quintana, el chino Wong, entre otros en el teatro Martì en los años 60s
ResponderEliminar