Réquiem por La Macorina
Por Ramón Díaz
LA MACORINA, es un personaje cubano real que devino en leyenda y mito. De emblematica belleza y envuelta en un misterio sublime que estallaó en agerridas pugnas contra las autoridades en varias ocaciones.
Su verdadero nombre primeramente fue María Constancia Caraza Valdés, pero mas tarde lo cambió por María Calvo Nodarse, quien nació en Guanajay en 1892, en el seno de una familia bastante pobre de costumbres formales , ella misma narró, a un periodista, que cuando tenía 15 años se trasladó a escondidas de su familia a La Habana, con su novio. Eran tiempos de asentamientos en los solares habaneros y las desgarradoras crisis económicas debido a la caída del precio del azúcar cuyas exportaciones estaban comenzando pero fueron afectadas por las corrosivas acciones de Hitler en Europa que afectó indirectamente , a la capital cubana, con la falta de empleo y de inversión. Debido a esta situación no pudo sostener su primer plan amoroso y después de muchas penurias económicas y sentimentales se vió obligada a emplear su belleza por lo que no tardó en tener diversos amantes ricos. (Esta versión fue contada por ella misma) La capital ofrecía potencialmente posibilidades de negocios a esta joven belleza de mujer llena de ambiciones. Nunca fue prostituta de fila en las aseorias del barrio de San Isidro sino que se movió en ambiente de salones. Acudía a fiestas de alcurnia a principio como colada y después requerida y solicitada por su simpatía y por un juego que empleo desde el principio afirmando que podía curar por medio de las manos.
Sus triunfos sociales no son menos que sus escándalos y confrontaciones en una sociedad que viajaba de un conservadorismo hispano colonizarte hacia una aspiración liberal. En La Habana y en Santiago de Cuba, imperaba una clase social de empresarios azucareros y cafetaleros conservadores a quiene le llaman "la sacarocracia" que eran los que organizaban los festejos y traían las compañías de opera al Teatro Tacón. A este nivel social aspiraba la joven pinareña. Paralelamente comenzaba a sacar las uñas un nuevo sector conformado por pequeños industriales entre ellos zapateros, sastres y panaderos que dando tumbos pretendían imponerse como una clase media con deseos de progreso y vida frívola, pero su único alcance era el comercio local y eran de comportamientos rustico y bajo perfil cultural por lo tanto no teniendo otro crecimiento por el momento, se vendieron fácilmente a la politiquería y al creciente negocio de la prostitución cuya clientela fuerte eran los negociantes norteamericanos que ivan llegando interesados en el negocio azucarero y en las curvas de las mulatas.
Todo lo francés estaba de moda, las decoraciones Art Decó, los géneros de imitación a la seda, como la opalina y los sombreros de bombilla, el danzón aun no se dejaba desplazar por el sweeng americano. Todas las celebraciones eran con orquestas danzoneras. Eran los tiempos en que llegaban a Cuba las primeras lecturas de las obras de la escritora francesa George Sand y se hablaba de la liberación femenina y el voto electoral de la mujer. Una clandestina actividad lésbica entre escritoras e intelectuales académicas era parte del panorama.
Fuego y belleza de los años 20s
Todo lo francés estaba de moda, las decoraciones Art Decó, los géneros de imitación a la seda, como la opalina y los sombreros de bombilla, el danzón aun no se dejaba desplazar por el sweeng americano. Todas las celebraciones eran con orquestas danzoneras. Eran los tiempos en que llegaban a Cuba las primeras lecturas de las obras de la escritora francesa George Sand y se hablaba de la liberación femenina y el voto electoral de la mujer. Una clandestina actividad lésbica entre escritoras e intelectuales académicas era parte del panorama.
Fuego y belleza de los años 20s
En este ambienta se abre paso María Calvo. Justamente su fama comienza a ser más pública y escandalosa cuando desafiando las costumbres adquiere el famoso Ford rojo, llamando la atención al manejar por las calles habaneras sin licencia de conducción. Hay una versión que fue un regalo de un poderoso que la atropelló en su automovil pero esto no es comprobado.
Las anecdotas inspiraron al popular danzón que cantó Abelardo Barroso:
“Ella gasta gasolina
en su carro colorao y sigue con el tumbao
que ella es la Macorina”
en su carro colorao y sigue con el tumbao
que ella es la Macorina”
Más tarde, se consagra en una especie de balada son que internacionaliza Chavela Vargas y también la actriz Miriam Acevedo tomando los versos que le dedicó el poeta asturiano Alfonso Carmín:
“Tus senos carne de anón
tu boca una bendición
de guanábana madura
y era tu bella cintura
la misma de aquel danzón…¡Ponme la mano aquí Macorina¡
Esta es la controvertida y famosa licencia de manejar
tu boca una bendición
de guanábana madura
y era tu bella cintura
la misma de aquel danzón…¡Ponme la mano aquí Macorina¡
Esta es la controvertida y famosa licencia de manejar
Fue la primera mujer que conducía un automovil en los años veinte, por lo que fue acusada por la iglesia de diabólica, se asegura que fue un litigio obtener una licencia de conducción ya que no se había otorgado nunca a una mujer, lo cual provocó varios juicios legales, que se conservan en el archivo jurídico de la nación, y aparecieron notas en la prensa, por tanto creció su imagen de triunfadora por el reclamo de los derechos femeninos. Los comités católicos le dedicaron varias campañas por su “mal ejemplo”.
Cuando ganó su licencia, un Domingo de verano se paseó por el Prado, manejando y tocando el cornetín, enseñando el documento ante los aplausos y vítores de miles de admiradores asombrados, hecho que reflejó el diario de la Marina de 1925. "La primera mujer chofer de Cuba".
La Macorina es un personaje que aparece en la novela “Las impuras” de Miguel de Carrión empleando uno de sus motes “la aviadora” y en el teatro la hace reaparecer el dramaturgo Carlos Felipe en su célebre obra “Réquiem por Yarini”, considerado un clásico del teatro latino americano. Aunque en la vida real Alberto Yarini fue asesinado mucho antes de la fama y esplendor de La Macorina. En las artes plástica se ubica en el famoso cuadro de Cundo Bermúdez en que aparece la Macorina en su automóvil. Un muñecona gigante, que la representa desfila en el carnaval con la Charanga de Bejucal.
Famosa primero por su belleza y sus legendarios ojos verdes, frecuentando todas las semanas el teatro Politeama, después por sus fructíferos negocios en casas de fiestas alegres, que le permitió relacionarse con escritores, músicos y políticos.
Después, la Macorina, llego a tener nueve autos y varias mansiones en el Vedado. Instó a otras mujeres a obtener la licencia de conducción y se mantuvo en un permanente desafío ante el autoritarismo masculino. Las comprobadas están en Calzada y B, Línea y B, en Habana y Compostela y San Miguel entre Belascoaín y Gervasio que fue donde más residió. Donde llegaban con frecuencia personalidades sociales y de las religiones afro cubanas entre ellos los hijos del famoso Adres Petit fundador de la Regla Kimbisa, se dice que ella misma los enlazaba con los politicos que necesitaban "trabajos". Estas casa de fiestas que no eran exactamente como los burdeles de Marina, Pajarito o la Santa Rosa, sino algo mas sofisticado en cuyos salones ella presentó al Trío Matamoros recién llegados de Santiago de Cuba. (Contado en una entrevista por el propio Miguel Matamoros). Su fama corrió como agua ligera en su tiempo desde 1917 hasta 1940.
Especulaciones y mitos rodearon su nombre, entre otros, se dijo que tenía poder para curar con las manos, algo que comenzó como broma se fue convirtiendo en leyenda. Es por eso la frase: ¡¡Ponme la mano aquí Macorina¡¡” Practicaba un especie de Reike que consistía e en la cura con las manos lo cual no hacia profesionalmente sin que era como un don que poseía y que atraía a muchas personas que le solicitaban curaciones físicas y espirituales. Se dice que, disimulaba muy bien una discreta cojera. No fue una prostituta vulgar como algunos han interpretado, era una doncella de salón, podría comparársele con La Dama de la Camelias de Alejandro Dumas. Irreverente e insólita se auto educó y dominó el idioma francés para relacionarse con los nuevos negociantes de la isla en materia de licores y telares. Fue la realización de un sueño Art Decó, bajo el sol del calor cubano. Aprovechó el momento llamado “Las Vacas Gordas” y se enriqueció obteniendo caballos, joyas, costosos abrigos de piel que no se adaptaron al clima tropical, dominó las maneras y gestos de la aristocracia que la envidió y muchas veces le cerró las puertas.
Especulaciones y mitos rodearon su nombre, entre otros, se dijo que tenía poder para curar con las manos, algo que comenzó como broma se fue convirtiendo en leyenda. Es por eso la frase: ¡¡Ponme la mano aquí Macorina¡¡” Practicaba un especie de Reike que consistía e en la cura con las manos lo cual no hacia profesionalmente sin que era como un don que poseía y que atraía a muchas personas que le solicitaban curaciones físicas y espirituales. Se dice que, disimulaba muy bien una discreta cojera. No fue una prostituta vulgar como algunos han interpretado, era una doncella de salón, podría comparársele con La Dama de la Camelias de Alejandro Dumas. Irreverente e insólita se auto educó y dominó el idioma francés para relacionarse con los nuevos negociantes de la isla en materia de licores y telares. Fue la realización de un sueño Art Decó, bajo el sol del calor cubano. Aprovechó el momento llamado “Las Vacas Gordas” y se enriqueció obteniendo caballos, joyas, costosos abrigos de piel que no se adaptaron al clima tropical, dominó las maneras y gestos de la aristocracia que la envidió y muchas veces le cerró las puertas.
Muy influyente en la política, se le vinculó al presidente José Miguel Gómez, “El Tiburón” de quien sacó ventajas pero ella le fue fiel en el conflicto de rebelión llamado La Chambelona. Creció su fama de generosa y contribuyente a hospicios de niños pobres pero bien lejos de los comités de damas católicas a quienes varias veces insultó, llamándolas ¡putas hipócritas” quizás por las homilías de la iglesia contra su persona.
“Durante toda mi vida tuve una ilusión: llenar un avión con muñecas y repartirlas entre todas las niñas de Cuba. A veces, en medio de una fiesta y rodeada de admiradores, mi pensamiento volaba hacia aquel avión cargado de muñecas” (Tomado de la revista Bohemia 1958).
Declaró en varias entrevistas que detestaba el sobrenombre de “la Macorina” que surgió en una tarde de café en la Acera del Louvre, en esos momentos muy de moda la cupletista española La Fornarina, y un admirador borrachín, alzando la voz bautizó a la bella cubana, “Aquí esta nuestra Macorinaaa” con la risa y el beneplácito de todos, estas eran tertulias político literarias donde frecuentaban los jóvenes Jorge Mañach, Emilio Ballagas, Sánchez Galarraga y otros nuevos intelectuales. Visitaba con frecuencia la ciudad de Matanzas donde contaba con la amistad del músico danzonero Miguel Failde y la famosa iyalocha Ferminita Gómez.
Todavía tuvo la oportunidad de ser entrevistada por el periodista Guillermo Villarronda para la revista Bohemia el 26 de octubre de 1958, fue el único periodista que logró entrevistarla en su cuarto de la calle Apodaca, donde relataba que: “más de una docena de hombres permanecían rendidos a mis pies, anegados de dinero, suplicantes de amor’. La ostentación fue su rasgo más llamativo, en Matanzas dicen que pudo rentar barcos, para llevar ofrendas al Olokun de Ferminita Gómez en alta mar lejos de las costas de Matanzas.(Investigacione s de Lidia Cabrera 1962)
El segundo gran escándalo fue sus frecuentes apariciones del brazo de Emilio Godoy consentido y guapo galan perteneciente a la aristocracia financiera Godoy y Zayan, al que Maria le pasaba de edad con la tenaz oposición de la familia.
Después de la llamadas “Vacas Gordas” vino la caída periodo identificado como “Las Vacas Flacas” a consecuencia de la post guerra, decayó su fortuna y su belleza perdió la lozanía, la competencia del mercado de mujeres y el juego se convritió en algo mafioso que ella no pudo manejar y vendió como pudo sus propiedades, sobre todo por un costoso enfrentamiento con la familia bancaria Godoy al morir Emilito Godoy que fue mecenas de mucho de sus beneficios a los niños pobres.
La familia Godoy fue muy apoyada por el gobierno de Grau San Martin por sus ayudas al Partido Autentico. En la popular calle Galiano pasó sus últimos años, sin familia, sola y enferma, lejos de la vida galante, sin recibir flores y joyas de sus antiguos pretendientes, mirando su orgullo entre las fotos viejas de un cajón y colgados en un ropero algunos vestidos de marca internacional . La señora Casimira Lamas, una de sus vecinas de la barriada, fue quien atendió a La Macorina en su cama de moribunda declaró: “María me pidió que el día de su muerte le pusiera el vestido amarillo, era su ropa de Ochun, y que no le dijera a nadie que era La Macorina. Una tarde me pidió café. Cuando regresé, ya había muerto. Un médico vecino certificó su defunción como cardiaca. Yo nunca he dejado de llevarle flores amarillas”.
La familia Godoy fue muy apoyada por el gobierno de Grau San Martin por sus ayudas al Partido Autentico. En la popular calle Galiano pasó sus últimos años, sin familia, sola y enferma, lejos de la vida galante, sin recibir flores y joyas de sus antiguos pretendientes, mirando su orgullo entre las fotos viejas de un cajón y colgados en un ropero algunos vestidos de marca internacional . La señora Casimira Lamas, una de sus vecinas de la barriada, fue quien atendió a La Macorina en su cama de moribunda declaró: “María me pidió que el día de su muerte le pusiera el vestido amarillo, era su ropa de Ochun, y que no le dijera a nadie que era La Macorina. Una tarde me pidió café. Cuando regresé, ya había muerto. Un médico vecino certificó su defunción como cardiaca. Yo nunca he dejado de llevarle flores amarillas”.
María Calvo Nodarse, La Macorina, murió muy pobre y arruinada en La Habana el 15 de junio de 1977.Fernando Hernández Benítez, que era jefe de sección del cementerio de Colón en la época en que falleció este personaje declaró:
“Este es el panteón donde fue enterrada quien se hacía llamar María Calvo, pero cuyo verdadero nombre era María Constancia Caraza Valdés, según consta en los libros del cementerio. Cuando el 16 de junio de 1977 fue enterrada, no hubo flores, ni danzón, ni
sones, ni se dijo que se trataba de la famosa Macorina, no hubo nadie que despidiera el duelo, porque no hubo duelo. Posteriormente, el 4 de agosto de 1986, su cadáver fue exhumado y los restos trasladados a un osario. La Macorina es evocada en numerosas misas espirituales y posee a múltiples mediums, guía y ayuda de las mujeres fatales. Fue de esas existencias que llegaron para quedarse, siempre en el recuerdo. Dicen que aun se pasea, en las noches por el Prado, pero que algunos no la perciben..solo un inexplicable olor a perfume francés que disipa la brisa del malecón y se eleva hasta los arboles tropicales.
sones, ni se dijo que se trataba de la famosa Macorina, no hubo nadie que despidiera el duelo, porque no hubo duelo. Posteriormente, el 4 de agosto de 1986, su cadáver fue exhumado y los restos trasladados a un osario. La Macorina es evocada en numerosas misas espirituales y posee a múltiples mediums, guía y ayuda de las mujeres fatales. Fue de esas existencias que llegaron para quedarse, siempre en el recuerdo. Dicen que aun se pasea, en las noches por el Prado, pero que algunos no la perciben..solo un inexplicable olor a perfume francés que disipa la brisa del malecón y se eleva hasta los arboles tropicales.
Fuentes y Bibliografía: “Las Impuras” y “Las Honradas” de M. de Carrión. Entrevista a la Macorina de Guillermo Villarronda (Bohemia 1958) Rene Méndez Capote “La Reputica de Cuba”. “Barrios marginales de La Habana”..Roig de Luchering. “El Gallo de San Isidro” de Ignacio Gutiérrez, “Réquiem por Yarini” de C. Felipe. “El caso de Rachel K” de Manuel Palma. Investigaciones de Campo: Dialogo personal con Carlos Felipe, Julio Martínez Aparicio, Modesto Centeno, Roberto Garriga, Rubén Vigón y Manuel Palma (Palmita)
Versión interpretada por Chavela Vargas
Versión interpretada por Chavela Vargas
"Ponme la mano aquí Macorina
ponme la mano aquí
Tus pies dejaban la estera
y se escapaba tu saya
buscando la guardarraya
que al ver tu talle tan fino
las cañas azucareras
se echaban por el camino
para que tú las molieras
como si fueses molino
Ponme la mano aqui Macorina
Ponme la mano aqui.
tus senos carne de anón
tu boca una bendición
de guanábana madura
y era tu bella cintura
la misma de aquel danzón
pon pon
Ponme la mano aqui Macorina (Bis)
después el amanecer
que de mis brazos te lleva
y yo sin saber qué hacer
de aquel olor a mujer
a mango y a caña nueva
con que me llevaste al son
caliente de aquel danzón
ponme la mano aquí
Tus pies dejaban la estera
y se escapaba tu saya
buscando la guardarraya
que al ver tu talle tan fino
las cañas azucareras
se echaban por el camino
para que tú las molieras
como si fueses molino
Ponme la mano aqui Macorina
Ponme la mano aqui.
tus senos carne de anón
tu boca una bendición
de guanábana madura
y era tu bella cintura
la misma de aquel danzón
pon pon
Ponme la mano aqui Macorina (Bis)
después el amanecer
que de mis brazos te lleva
y yo sin saber qué hacer
de aquel olor a mujer
a mango y a caña nueva
con que me llevaste al son
caliente de aquel danzón
Amigo, Ramón Díaz. El hallazgo de su blog me trajo la grata sorpresa de encontrar este texto suyo de la Macorina. Un personaje sobre el cual he volcado mi atención, hasta el punto de haber escrito un relato en el que junto a Chavela Vargas, el personaje real de Macorina y el imaginario que exhibe la Vargas en los distintos momentos en que se refirió a Macorina, y, por supuesto, la bella canción que lleva dicho nombre y que popularizó la Chavela. En Twitter soy @oarcinie, desde Venezuela. Encantado.
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